V Situar el documental

V.1. Lugares e historia

Situado en pleno corazón de los Andes y de América Latina, Bolivia es un país multinacional sin salida al mar. Su territorio y mayormente los Andes, albergó varias civilizaciones, la más conocida, el imperio Inca. La invasión española de Bolivia comenzó en 1535 y puso en marcha una explotación sistematizada del mineral presente en el subsuelo del país, principalmente en el sur occidental del país, zona andina correspondiente a los departamentos de Oruro y Potosí.
Esas zonas constituyen para el documentalista un precioso objeto de estudio. Las culturas de los mineros fueron influenciadas por dos elementos determinantes: la historia de la conquista y el propio universo de la mina.
Potosí es la segunda cuidad más alta del mundo (4090 metros) y cuenta con una población de 164 mil habitantes. La cuidad alberga desde hace 500 años, una paradoja-paradigma de la historia socio-económica de América Latina, la de una tierra prolífica, explotada y saqueada por los conquistadores, condenando a su pueblo a la pobreza. La historia de la explotación extranjera de Potosí nos guía hasta Europa, estableciendo un vínculo entre la historia de Potosí y el fortalecimiento de la economía europea.
El Cerro Rico, montaña y símbolo de la paradoja, domina la ciudad. Fue el centro de las miradas europeas desde el descubrimiento de sus riquezas en Plata (1545) hasta el agotamiento del mineral (siglo XVIII).En esta etapa, los españoles extrajeron millones de kilos de Plata de las minas del Cerro Rico, tanto como para justificar su mistificación. En España la expresión común “Vale un potosí” (mucho) recuerda lo que representó para Europa la riqueza potosina: “América era, por entonces, una vasta bocamina centrada, sobre todo, en Potosí.[...] La plata transportada a España en poco más de un siglo y medio, excedía tres veces el total de las reservas europeas(4)”.
En cuanto a Oruro, fundada en 1606 como centro minero para la explotación de la plata, podemos decir que sirvió a los mismos fines que Potosí.
La acumulación de capitales debido a la minería constituyó una nueva etapa para la economía mundial, marcada por el nacimiento del capitalismo moderno (desarrollo del sistema bancario y comercial en Europa a partir de la explotación de las colonias(5)).
Todo el continente europeo se enriqueció gracias a los metales americanos extraídos por hombres autóctonos esclavizados por los españoles.
La explotación de la Plata dejó las ciudades de Oruro y Potosí exhaustas. Potosí pasó de 160 mil habitantes durante el siglo XVII (cuando Paris no llegaba a 50 000 habitantes) a menos de 10 mil a finales de siglo XVIII. De la misma manera la ciudad de Oruro fue abandonada cuando se agotó el precioso metal pero renació en el siglo XIX con las minas de estaño.
En esos años se presume que en las minas murieron hasta el día de hoy, 8 millones de trabajadores(6).

(4)Los conquistadores eran españoles, pero holandeses, flamencos, franceses, genoveses, ingleses y alemanes. eran los que cobraban la riqueza americana, la corona española estando terriblemente endeudada: en 1545 65% de la renta real se destina a pagos de deudas.
Galeano, Eduardo, Las venas abiertas de américa latina, de Siglo XXI, Madrid, 2008, p. 40
J Earl Hemilton calcula que entre 1505 y 1660, llegaron al puerto de Sevilla (España) 185mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata.
Hemilton, Earl J., American treasure and price revolution in Spain (1551- 1650), Massachusetts, 1934.
(5)La minería fue, quizá, la actividad más capitalista de la economía hispanoamericana y generó unos circuitos comerciales de largo alcance que la vincularon con Europa, de donde venía el utillaje de hierro, el azogue, el vino, los vestidos suntuosos, telas finas, etc.
(6)Galeano, Eduardo, Op.Cit.


V.2. Cosmovisión de los mineros

El trabajo en la mina, la oscuridad, el polvo, el calor y el silencio de la entrañas de la tierra, condicionaron una cultura peculiar, diferente del resto de la población. El descenso cotidiano del minero a la mina es un acto que marca la diferencia no sólo con los campesinos bolivianos sino con los trabajadores de la ciudad. El sistema de creencia de los mineros parece combinar cosmovisión precolombina y cristianismo, dando a sus expresiones un carácter único. Los cultos a los dioses mineros (el tío es el más conocido) reflejan la historia de esta sociedad y de su estructura, el contacto con los europeos habiendo dado nacimiento a formas de conflicto no previstas por la tradición pre-colombina. Así, la llegada del diablo y de la creencia católica en el infierno, modificaría para siempre la estructura social y cultural, los símbolos perpetuándose pero con otro significado(7).
Hoy, los rituales individuales y colectivos que marcan el ritmo de la vida, recuerdan el pasado al mismo tiempo que lo reactualizan.
La antropóloga Pascale Absi observó en los años 80 que “para el carnaval, se considera que sellar un pacto con el diablo implica el compromiso del minero de unirse anualmente al cortejo de diablo del carnaval(8)”. En Oruro como en Potosí, los dioses mineros salen de las venas de la mina para identificarse con los hombres, en los bailes de la diablada, la danza ritual que interpretan los mineros.
Si bien se escribió sobre la historia de Potosí y Oruro, tenemos poca información en cuanto a la vida de sus protagonistas actuales. Retratar y documentar una sociedad cuya estructura e historia se nutrieron mutuamente hasta potenciar una cultura diferente del resto del territorio, constituye una oportunidad de aproximarse a parte de la historia latinoamericana, con sus problemáticas sociales pasadas y actuales, sus modos de pensar la realidad, así como su proyección en el futuro. Combinando elementos tan variados como cultura aymara, quechua, católicismo, capitalismo, etc., el estudio de grupos de mineros bolivianos es también una posibilidad de poder entender la historia y establecer vínculos positivos entre pueblos americanos y europeos.

(7)Ver anexos: Cultura minera en Potosí: El tío de las minas
(8)Absi, Pascale, Salazar Soler, Carmen. Op.Cit, p 131.